La conexión con la tierra en la identidad del Festival de Cine Colombia Migrante

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“En mi tierra yo me siento como un rey,
Un rey pobre pero al fin y al cabo rey,
Mi castillo es un ranchito de embarrar
Y mi reino todo lo que alcanzo a ver.”

El rey pobre de Jorge Velosa

Para nuestra segunda edición, del Festival de Cine Colombia Migrante, la temática central es el desplazamiento forzado interno y transfronterizo, un fenómeno social que ha dejado huellas imborrables en millones de víctimas dentro y fuera del país. El festival se realizará durante una semana del 1 al 8 de Octubre de 2023 de manera presencial en 41 ciudades alrededor del mundo y de manera virtual por medio de nuestra página web.

En este recorrido, desvelaremos los elementos visuales que componen el alma de nuestro festival, capturando la esencia del arte y el cine, la migración, la diversidad cultural y la resiliencia en cada ilustración y cada trazo. Nuestra inspiración para la creación de la imagen proviene de la profunda conexión con la tierra y el barro.

En palabras de Isaías Román, sabedor Uitoto, la tierra es un ente orgánico que sufre, conectándonos con un lugar distante pero unido por el dolor por la tierra en la que crecimos. Estas palabras resaltan cómo la tierra sufre como un ente orgánico, y esta conexión se convierte en un lazo que une a aquellos que se han visto obligados a abandonar sus lugares de origen debido al desplazamiento forzado.

En esta edición del Festival de Cine Colombia Migrante exploramos personajes y elementos que simbolizan la relación con la tierra y el barro: desde personas moldeadas por el barro, construcciones de bareque hasta la cerámica tradicional manifestando la tierra como un recurso infinito que ofrece mucho más de lo que parece, encerrando saberes orales y ancestrales.

El arte desempeña un papel esencial en el proceso de sanar las profundas heridas causadas por el conflicto armado colombiano. A través de sus diversas expresiones, el arte ofrece un espacio seguro y terapéutico donde las víctimas y las comunidades afectadas pueden dar voz a sus experiencias, expresar sus emociones y reconstruir su identidad.

Otra fuente de inspiración para esta edición del festival provino de la música, y en este contexto, exploramos dos canciones en particular. La primera fue la canción “La callana” de Sebastián Ágredo y la segunda “El rey pobre” de Jorge Velosa. 

En este contexto, “La callana” evoca la idea de que venimos de la tierra misma y hace referencia a un artefacto de barro para quemar café, un ejemplo tangible de cómo la tierra nos provee. Este concepto nos lleva a considerar tanto la superficie como lo que yace debajo, creando un diálogo entre lo visible y lo oculto. Resalta cómo la tierra no solo proporciona sustento físico, sino que también nutre nuestra esencia y nuestra identidad.

La relación del desplazamiento forzado se presenta a través de nuestra referencia del entorno campesino y la transformación de la tierra con los cambios en la vida de las personas. Esta relación se acentúa aún más al mencionar la canción “El rey pobre” de Jorge Velosa, que connota la idea de la una fuerte identidad cultural arraigada en la tierra y las tradiciones locales y establece una rica metáfora entre su entorno humilde y la realeza.

La visión se centra en las figuras de cerámicas precolombinas, conectando con nuestras raíces y la riqueza de nuestra historia ancestral. Una historia surge de esta inspiración: un campesino que encuentra una máscara de barro mientras ara la tierra. Sin embargo, la máscara se rompe por un disparo, lo que lo obliga a huir reflejando una pérdida de arraigo y la desdicha experimentada por aquellos que se ven obligados a abandonar sus hogares debido al desplazamiento. En su camino, trata de reconstruir la máscara con barro, simbolizando la resiliencia y la lucha por preservar la identidad en medio de la adversidad.

También exploramos la transformación de un ser verde, representante de la biodiversidad, la madre monte. Esta metamorfosis simboliza la conexión profunda entre la vida y la tierra, mostrando cómo todos estamos intrínsecamente ligados a ella.

Estas visiones combinadas dan vida a un concepto visual y narrativo que refleja la importancia de la tierra en nuestra segunda edición. En este punto de convergencia entre la identidad visual y las películas, les invitamos a unirse en esta celebración del arte, la reflexión y el diálogo, donde la imagen y la narrativa se entrelazan para generar un impacto significativo en nuestras vidas y en la sociedad.

¡Nos vemos en los cines!

Ilustración de Manuela Saavedra

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